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Forbes en Clase: Google y el encuestador Scott Rasmussen usarán IA para sondear las opiniones políticas de los estadounidenses.

  • Foto del escritor: Staff Norteamérica
    Staff Norteamérica
  • 14 ago
  • 4 Min. de lectura

Innovación Democrática y el Escrutinio Jurídico: La Demoscopia a través de la Inteligencia Artificial basado en el artículo de Forbes USA, "Google And Pollster Scott Rasmussen Will Use AI To Survey".


En el panorama contemporáneo de la ciencia política y el derecho constitucional, la emergencia de nuevas herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial (IA) está redefiniendo los mecanismos de participación ciudadana y la medición de la opinión pública. El proyecto We The People, resultado de una colaboración estratégica entre el Instituto Napolitan y Google Jigsaw, se erige como un caso de estudio paradigmático en esta intersección. Este ambicioso esfuerzo busca trascender las limitaciones inherentes a los sondeos tradicionales para facilitar un diálogo más profundo y cualitativo, lo que inevitablemente suscita un análisis jurídico exhaustivo.


La Superación del Paradigma Demoscópico Tradicional


Históricamente, la demoscopia se ha valido de encuestas con preguntas cerradas y respuestas binarias, un método que, si bien es eficiente en la cuantificación, adolece de una significativa carencia en la captura de la nuance y la complejidad de las opiniones ciudadanas. Scott Rasmussen, cofundador del proyecto, argumenta que la población política estadounidense no es una simple dicotomía de 50/50, sino más bien un esquema 10-10-80, donde una vasta mayoría busca evitar la polarización.


El enfoque de We The People, inspirado en la plataforma taiwanesa vTaiwan, rompe con este modelo al utilizar una IA con una "persona socrática". Esta tecnología no solo recopila respuestas, sino que también genera preguntas de seguimiento para indagar en los motivos y las emociones detrás de las opiniones. Por ejemplo, ante una respuesta sobre la libertad, la IA podría cuestionar: "Si sentirse libre significa expresarse sin juicios, ¿podría compartir un ejemplo de un momento en que se sintió más restringido?". Este método, al propiciar un espacio de deliberación generativa, empodera a los participantes a expresar sus ideas en sus propios términos, lo que eleva el valor de la información recopilada de un simple dato estadístico a una manifestación articulada de la voluntad popular.


Implicaciones Jurídicas de la Recopilación y el Análisis de Datos


La implementación de esta tecnología, sin embargo, no está exenta de un riguroso escrutinio desde la óptica del derecho. La protección de datos personales se presenta como el desafío jurídico de mayor envergadura. Las opiniones sobre cuestiones políticas, la identidad nacional o los temas sociales sensibles constituyen datos de categoría especial según legislaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea. La recolección masiva de estas opiniones, aun si el proyecto garantiza la anonimización, requiere un marco jurídico que asegure el consentimiento informado, la minimización de datos y la finalidad legítima de su tratamiento. La promesa de transparencia por parte de Google y el Instituto Napolitan, al comprometerse a hacer públicas todas las respuestas y el código fuente, es un paso en la dirección correcta para mitigar los riesgos de uso indebido.

Otro aspecto crítico es la potencial existencia de sesgo algorítmico. Si la IA utilizada en el proyecto tiene prejuicios inherentes, ya sea en su diseño o en los datos con los que fue entrenada, podría, de manera sutil, influir en la formulación de las preguntas, la destilación de los temas o la visualización de los resultados. Esta posibilidad plantea serias dudas sobre la neutralidad y la imparcialidad de la herramienta, principios fundamentales en la medición de la opinión pública en una democracia. La jurisprudencia y la regulación futura deberán abordar la necesidad de auditorías independientes y mecanismos de supervisión para garantizar que la IA actúe como un facilitador y no como un mediador sesgado de la voz ciudadana.


El Rol de la IA en el Fortalecimiento de la Democracia


A pesar de los desafíos, el proyecto We The People tiene el potencial de fortalecer la democracia representativa y la participación ciudadana. Al identificar y articular el "terreno común" que une a la mayoría de la población, puede proporcionar a los legisladores y políticos una comprensión más precisa de las prioridades de sus electores, lo que les permitiría elaborar políticas más alineadas con las necesidades reales de la sociedad. Esto podría mitigar la polarización y fomentar un entorno político más constructivo.

Además, la capacidad de esta metodología para organizar campañas políticas de manera más informada, basándose en las preocupaciones genuinas de los constituyentes, podría transformar la forma en que se diseñan las estrategias electorales, alejándolas de las narrativas simplistas. Este cambio no solo sería "revolucionario para la industria" de las encuestas, como afirma Rasmussen, sino que también podría revitalizar la confianza en las instituciones democráticas, al demostrar que la voz de los ciudadanos no solo se escucha, sino que se comprende y se actúa en consecuencia.


En conclusión, la iniciativa We The People representa un experimento fundamental para el futuro de la democracia. Al igual que el proyecto vTaiwan, tiene el potencial de ser un modelo para la deliberación pública asistida por IA. Sin embargo, su éxito y su legitimidad dependen directamente de un riguroso marco jurídico que salvaguarde los derechos fundamentales, garantice la transparencia y exija la imparcialidad algorítmica. La integración de la IA en la gobernanza no es un camino exento de obstáculos, pero es una avenida prometedora para la renovación de los cimientos de la participación ciudadana en el siglo XXI.

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